Cuba: Blogueros discuten la visita de Mariela Castro a Estados Unidos

Luego de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, brindara su apoyo al matrimonio gay, Mariela Castro, hija del presidente cubano Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual [en] en Cuba, visitó aquel país. Durante su estadía, se refirió a los activistas del matrimonio igualitario [en]. Sin embargo, su viaje no ha sido bien visto por algunos blogueros.

El bloguero en la diaspora, Alberto de la Cruz, en su aporte para babalú [en], manifestó sus sentimientos:

No es novedoso que Mariela Castro, durante sus comentarios realizados en Nueva York el martes pasado, haya sostenido que Cuba es un país libre y democrático bajo el gobierno tiránico de su padre, y durante el de su tío, por más de cinco décadas. La dictadura cubana ha divulgado esa mentira desde que existe. Lo novedoso es que la Biblioteca Pública de Nueva York haya ayudado a Mariela Castro y a la dictadura creada por su familia para promover sus mentiras y realizar propaganda.

También mostró su irritación por otros hechos:

[…] No dejaron entrar ni a una sola persona que estuviera en contra del régimen de Castro [a la Bibioteca Pública de Nueva York, donde Mariela dio su discurso al martes pasado]. Cada uno de los 177 asientos estaba vacío u ocupado por un simpatizante del régimen de Castro.

El blog Cambios en Cuba se centró en el hecho que Mariela Castro se refiriera a ella misma como una «disidente» durante su discurso:

«Los revolucionarios somos disidentes, somos incómodos y sufrimos la discriminación por nuestro proyecto histórico, por una ideología que intenta experimentar la emancipación plena del ser humano», añadió la hija del presidente cubano ante un auditorio de más de un centenar de personas.

Pero Yoani Sanchez, disidente que reside en la Habana, manifestó su argumento:

Yo la entiendo. Carga sobre sus hombros un abolengo que quizás muchas veces quisiera sacudirse, negar, borrar de su vida. Yo solo soy la advenediza, la intrusa, sin pedigrí, sin un  árbol genealógico digno para mostrar. Mis padres no pelearon en la Sierra Maestra; las consignas que se fraguaban en el interior de su casa se negaban sistemáticamente en la mía; los discursos que decía su exaltado tío caían sobre los escépticos oídos de mi parentela. Ella tiene derecho a los micrófonos, aparece en la televisión nacional entrevistada y alabada, mientras mi rostro solo se ve rodeado de adjetivos tales como “enemiga”, “ciber terrorista”, sin ofrecerme  (claro está) el derecho a réplica.

Sanchez finalizó con el siguiente punto:

Ella ha podido hacer su gira por Estados Unidos y el noticiario cubano no la ha tildado de mercenaria por eso. Ha dicho que “votaría por Obama” y ¡sorpresa! la prensa nacional no la ha acusado de “pro yanqui”. Ella es una prisionera de su linaje y yo apenas tengo un pasado hacia el que mirar. Ahora mismo, solo me despierto pensando en el mañana. Ella y yo, aunque le asuste y lo niegue, somos parte de este país… hijas muy diferentes de esta tierra, frutos queridos y no queridos de este proceso. Ella tendrá que reconocer que existo, que soy, que esta Sánchez reclama su derecho a criticar las locuras de sus molinos de viento.

La imagen en miniatura utilizada en este post «CENESEX y CHA», es de CHA Argentina, utilizada bajo an Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0) una licencia de Creative Commons. Visite la cuenta flickr de CHA Argentina.

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