Libertad de Internet en el Sudeste Asiático

Expertos en ciberpolítica, blogueros y activistas de Facebook en Tailandia se sienten a menudo profundamente frustrados y disgustados por la ausencia de libertad para escribir  sin restricción.

No obstante, la frustración de los ciberciudadanos ante la censura, al parecer, creciente, no es exclusiva de Tailandia, sino que es más bien parte de la ola global de control estatal sobre la libertad en Internet.

A medida que Internet y los nuevos  medios de comunicación dominan el flujo de noticias e información en el planeta, los gobiernos contraatacan con medidas de control, regulan y censuran contenidos de blogs, sitios web y mensajes de texto.

Un nuevo estudio [en] dirigido por OpenNet Initiative, un reconocido grupo de investigación que estudia la vigilancia y el filtrado en Internet, con sede en la Universidad de Toronto,  condujo pruebas sobre el grado de filtrado y  transparencia en varios países del Sudeste Asiático. Los resultados revelan ciertas tendencias generales.

Si bien el aumento en el uso de Internet en toda la región (excepto en Burma) ha causado inquietud entre los líderes políticos, las razones de esta preocupación son de distinta índole.

Indonesia y Tailandia centran sus esfuerzos de la censura de Internet sobre cuestiones sociales, particularmente en la pornografía en internet, mientras que Malasia, Vietnam, Burma y, en cierta medida, Tailandia, hacen todo lo posible para reprimir a los ciber disidentes que ellos estiman son una amenaza a la estabilidad del régimen.

Los diversos grados de filtrado en temas sociales, políticos y de importancia para la seguridad nacional, dan muestra de la prioridad de cada país respecto al control en Internet.

Algunos líderes, sin embargo, se muestran  más paranoicos sobre la amenaza de Internet que otros.

El Gobierno de Birmania ha tomado medidas desproporcionadas para restringir la libertad de Internet respecto a la magnitud del problema.

No solo el número de birmanos que accede a Internet es inferior al 1%, sino que el toque de queda de permiso de conexión, restringido al horario de 9 p.m. a 5 a.m. disuade, más si cabe, a los usuarios de la red.

Los ataques cibernéticos cometidos a los grupos de la oposición están a la orden del día; además, duras sanciones aguardan a cualquier infractor.

Otros líderes, mientras mantienen la guardia sobre los potenciales impactos negativos de Internet en la estabilidad política, han optado por conceder mayor libertad de Internet.

Singapur, gobernado por un partido hegemónico, presenta uno de los índices de penetración de Internet más altos a escala mundial. En vez de poner en marcha la vigilancia cibernética y el filtrado, sus líderes prefieren confiar en los medios no tecnológicos para contener los comentarios en la red que se estiman como una amenaza a los valores sociales, así como a la armonía étnica y religiosa. Estos mecanismos de control de “segunda generación”, como las querellas, las multas elevadas, y el enjuiciamiento criminal, funcionan como disuasores de conductas  “inapropiadas” en Internet.

Tailandia, a diferencia de sus vecinos, presenta una práctica de censura de Internet bastante “esquizofrénica”. El estado tailandés comenzó su vigilancia cibernética en 2002 sobre las asuntos de pornografía, separatismo, apuestas, terrorismo y los comentarios negativos vertidos a la monarquía, pero en los últimos años han concentrado muchos de sus esfuerzos en éste último. El estudio revela que el filtrado no se ejerce de forma consistente entre los proveedores de Internet: “TOT”, gestionado por el estado, lleva a cabo mayor vigilancia que su homólogo privado ”True”.

De hecho, el país no dispone de una ley explícita sobre privacidad y las regulaciones en materia de censura permanecen opacas -lo cual concede poder desmesurado al estado para ejecutar a los ciber disidentes a su antojo. Pese a este clima de miedo permanente y de auto censura entre los ciberciudadanos tailandeses, un número creciente de ellos ha resistido con cierto éxito al control gracias a diversas herramientas de circunvención.

El futuro de la libertad de Internet mundial parece sombrío pese al crecimiento de los usuarios de Internet. El Sudeste Asiático no parece ser una excepción. Los gobiernos, ricos y pobres, han perfeccionado sus medidas de ciber control, y cada vez emplean más herramientas sofisticadas para censurar Internet en nombre de la “seguridad nacional”.

Las compañías privadas reaccionan con mayor innovación a la ciber seguridad, en contraposición a desarrollar nuevas formas de promover conexiones cibernéticas e instrumentos para burlar la vigilancia.

Fuente:  Adaptación de Access Contested —»Acceso Disputado»— (2011),  a excepción de Singapur, cuyos resultados provienen de su estudio en 2007. La columna  Net Freedom —»Libertad en Internet»— se basa en las pruebas llevadas a cabo por Freedom House Net Freedom  en 2011. * El índice de penetración se basa en el estudio de la Unión Internacional de las Comunicaciones —ITU, por sus siglas en inglés—, 2009, 2010.

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