El juicio a la lideresa opositora ruandesa Victoire Ingabire se reinició [en] el lunes 5 se setiembre. A Victoire, una franca crítica del gobierno del presidente Paul Kagame, se le acusa de colaborar con organizaciones terroristas y de formar un grupo armado con el propósito de desestabilizar el país. Durante diecisiete años, Ingabire estuvo exiliada en los Países Bajos pero se mantuvo políticamente activa entre los ruandeses que viven en el extranjero.

Regresó a Ruanda en enero de 2010 para postular en las elecciones presidenciales. Sin embargo, no pudo ser candidata pues a su partido se le negó la acreditación.

Victoire Ingabire, política ruandesa y presidente de las Fuerzas Democráticas Unificadas. Fuente de la foto: página de Facebook de Victoire Ingabire Umuhoza para presidente.

Pocos meses antes de las elecciones, la arrestaron y ha estado detenida desde entonces. Fue procesada en el tribunal en mayo, pero su juicio se pospuso para permitir que la defensa tradujera 2500 páginas de documentos usados por el fiscal del kinyarwanda al inglés. Ella niega todas las acusaciones, que sostiene que tienen motivación política. Susan Thomson, que bloguea en Democracy Watch, lamenta la interferencia del gobierno [en] con el proceso de Ingabire y está preocupada de que la comunidad internacional guarde silencio:

Aun así, en Twitter, el Gobierno de Ruanda ha declarado victoria en el caso, y afirma que el gobierno (no la fiscalía) tiene documentos [en] que prueban sus vínculos con grupos ‘terroristas’ en la región, y de ahí su culpa. Es bueno ver que el gobierno es *tan* transparente en su interferencia con el sistema judicial. Me pregunto qué podrían decir los diplomáticos residentes en Kigali. Mi apuesta es por una respuesta débil, particularmente desde que el presidente Kagame recientemente calificó [en] de dos caras a la justicia internacional en reacción a la negación de visas de visitante a Francia para varios miembros de su delegación (o por lo menos la oportunidad de la reacción así lo sugiere).

Como parte de las acusaciones se basan en una ley de ideología del genocidio mal definida, Susan se muestra escéptica [en] de que se haga justicia:

Creo que lo que tenemos no es justicia, sino pasto para la duplicidad de las acciones de Kagame ante la crítica internacional a su régimen. Ciertamente, el juicio de Ingabire corresponde a contínuos pedidos de Amnistía Internacional, Human Rights Watch y otros para revisar y actualizar las leyes de ideología genocida y de divisionismo étnico.

Victoire Ingabire con esposas. Fuente de la foto: página de Facebook "Liberen a Victoire Ingabire Umuhoza".

Por su parte, Sunny Ntayombya, blogger de Kigali, recibe bien el juicio [en], al que ve como una oportunidad de silenciar las críticas internacionales. Pero casi está convencido de la culpabilidad de Ingabire:

Me estaba cansando de leer sobre su injusta prisión en ‘máxima seguridad’ en Internet. Durante demasiado tiempo, parecía una víctima a la que el Estado estaba acosando injustamente, pero ahora que el caso ya comenzó, por fin, la gente tendrá la oportunidad de saber por qué ha estado en prisión durante casi un año ya.

Descartando las críticas a la falta de independencia judicial de las cortes ruandesas, Sunny espera [en] que el juicio de Ingabire revindique su opinión:

Varios ‘expertos’ en todas las cosas ruandesas inmediatamente consideraron las acusaciones como “políticamente motivadas” sin siquiera analizar los méritos del caso. Abrir el caso a total escrutinio del público en general fue un golpe maestro del Poder Judicial, pues hará que la gente reconozca los hechos del caso. No estoy diciendo que necesariamente los jueces van a estar de acuerdo con la Fiscalía, esa es su prerrogativa. Sin embargo, a la Fiscalía se le dará la oportunidad de afirmar los hechos como los ven. Y a la defensa también se le dará la oportunidad de desechar esos hechos. Creo que es importante que este proceso judicial sea visto como transparente, no solamente para beneficio de nuestros detractores extranjeros, sino del público en general también. Deben sentir que el proceso es libre, justo y transparente.

Para Ambrose Nizeyimana, Victoire Ingabire es un ícono de la lucha por la democracia [en] en Ruanda. Ambrose quiere que la agencia británica de asistencia, DFID, tome una postura más dura contra el régimen ruandés al que acusa de cometer «un inenarrable récord de crímenes»:

Hoy en día, el presupuesto del gobierno ruandés se mantiene a flote con £83 millones de Gran Bretaña cada año. Más del 50% de su presupuesto lo financian donantes, a pesar del inenarrable récord de crímenes del que jueces españoles y franceses acusan oficialmente a Paul Kagame, y la ONU a través de su Informe en Mapa [en] publicado el 1 de octubre de 2010. El que no se revise ni se cambie completamente el enfoque actual del gobierno del Reino Unido respecto a recurrentes abusos de derechos humanos y libertad de expresión por parte del gobierno ruandés parece ahora señal de una deplorable indiferencia para las miles de víctimas ruandesas. Mientras que a regímenes dictatoriales en el continente africano se les derroca por un cambio político, se apreciaría de manera positiva que el Reino Unido se distanciara inmediatamente de regímenes que están en el lado equivocado de la historia africana.