Al día siguiente de la celebración de la Independencia de Argentina el 9 de julio, la primera ronda electoral de Buenos Aires dio una holgada victoria al actual Jefe de Gobierno Mauricio Macri, de centro-derecha, que ganó con el 47.1% de los votos. Ahora deberá enfrentar al candidato del Frente Para la Victoria, Daniel Filmus –que tiene el apoyo de la presidente Cristina Fernández de Kirchner– en una segunda vuelta. El otro candidato principal era el político de izquierda, Fernando «Pino» Solanas, que logró un decepcionante 12.8% en lo que resultó ser una elección muy polarizada, pues en realidad Daniel Filmus y Mauricio Macri obtuvieron el 75% de los votos entre los dos.

Los resultados fueron anunciados la noche del sábado y tomó por sorpresa a muchos militantes del Frente Para la Victoria. Ciertamente, la mayoría de las encuestas de opinión mostraban resultados más equilibrados la semana anterior a las elecciones, y ninguna de ellas predecía un 20% de diferencia entre los dos candidatos principales.

Día de elecciones en Buenos Aires. Imagen de Jorge Gobbi (CC BY 2.0).

En Ojos Porteños, Silvia Mercado subraya el hecho de que, en su opinión, los resultados de Filmus cumplen con las expectativas del candidato:

Daniel Filmus se enfrenta hoy a un dilema de hierro: perder el 31 de julio o perder el 31 de julio. Está claro que no tiene opciones…. Triste destino. Hasta el día anterior, estaba absolutamente convencido de que llegaría al 35 y hasta el 36 por ciento, que había descontado en las dos últimas semanas la distancia con Mauricio Macri. Se sostenía en la idea de que los porteños deciden siempre a último momento a quién votar.

Anne Clavilier, traductora francesa y ensayista, analiza las causas de este revés electoral en Barrio de Tango [fr]:

Las causas de esta diferencia entre los últimos sondeos… que ubicaban a los dos candidatos [Mauricio Macri y Daniel Filmus] en un rango de 30 a 40% de intención de voto, y el resultado del escrutinio real son todavía difíciles de identificar, pero no queda duda de que el escándalo Schoklender [escándalo de corrupción que afectó a la organización de las Madres de Plaza de Mayo, que tiene el apoyo de la presidente Cristina Kirchner] tiene algo que ver… También es posible que, para vencer al poder de seducción de Mauricio Macri y el poder de los órganos de prensa hostiles a la candidatura de la izquierda peronista, el Frente para la Victoria necesitaba un programa más discutido, en tanto que el candidato se confió mucho en su popularidad y el buen equilibrio de la presidente.

Aun así, analizando las cifras de las elecciones, muchos comentaristas enfatizan la singular tradición política de Buenos Aires comparada con el resto del país.

En el blog Artepolítica, el colaborador ‘Basurero’ pone el triunfo electoral de Mauricio Macri en perspectiva:

No hay lugar para el asombro al ver el triunfo electoral del macrismo (de la derecha) en la ciudad más importante del país, tan refractaria al peronismo como a la izquierda… Y más aún cuando luego de 10 años de crecimiento económico y de un consumo popular y clasemediero, y sabiendo que la población que vota PRO no utiliza los hospitales publicos, las escuelas públicas, los medios de transporte públicos (en su mayoría), ni nada de lo que el macrismo desdeña en su gestión política… Vemos así que la ciudadanía porteña se polarizó nuevamente mostrando su tradicional perfil ideológico.

Para el usuario de Twitter @AyatollahRVP, Fimus obtuvo un buen resultado, dado el perfil político de la ciudad:

No sé por qué tanta depresión de los kirchneristas: 28% es buen porcentaje para el FPV en capital.

Mauricio Macri el día de las elecciones en Buenos Aires, luego de la publicación de los resultados. Imagen de la cuenta de Flickr de Mauricio Macri (CC BY-ND 2.0).

Eva Row, en el blog La Cosa y La Otra, da su propia interpretación de la tradición electoral de Buenos Aires:

El porteño vota al macho. Macho es el que consigue superar al mayor poder… Entre Filmus y Macri, el hombre… elige votar al macho de Macri, el que sonríe y se burla el poder instituído, el poder de la política, ese mismo poder que lo tiene tan olvidado y resentido.

En su cuenta de Twitter, Cinthia Zancoli (@cinthiazancoli ) expresa una opinión similar:

Macri resulta 1 tipo carismatico y seductor para los ignorantes polítcos…

El blogger Daniel Mancuso hace el mismo diagnóstico, pero con una evaluación diferente:

la Capital es el distrito electoral más especial de la República, y nada de lo que ocurra ahí es indicativo de lo que pueda ocurrir a nivel nacional. Es un distrito rebelde, el de la ciudad de Buenos Aires, desde tiempos inmemoriales… Hoy esa ciudad orgullosa vota de nuevo contra lo que el país dice que va a votar.

En el blog Discepolin, Mariana Moreno destaca lo entrelazado de la política local y nacional. Según ella, es el persistente conflicto entre el gobierno nacional y Mauricio Macri lo que posibilitó el triunfo electoral de este último:

El insulso Macri, que en cualquier país normal sería un candidato moderado y en la Argentina pre kirchnerista podría ser un afiliado radical, ha sido convertido por el partido gobernante en el «enemigo público numero 1″ y sometido una guerra implacable y cotidiana que paraliza a la ciudad, la priva de policía, corta sus calles, las llena de ladrones y narcos protegidos … los porteños tuvieron su momento de venganza y respuesta: votaron en masa por Macri, aumentando el caudal que obtuvo 4 años atrás a pesar de una gestión inoperante y paralizada.

Para el usuario de Twitter Ariel Mayo (@mayoariel) es hora de aprender una lección de los resultados de estas elecciones:

Si la política fuera como el fútbol ¿haríamos cambios, no? Tipo: sale Dany, entra Carlos. Sale Juan, entra cualquiera.

No obstante, la carrera electoral está lejos de haber terminado, dada la importancia del voto de la capital con vistas a las elecciones presidenciales del 14 de agosto. La balanza sigue en suspenso hasta la segunda ronda de elecciones en la capital, programada para el 31 de julio.