Guatemala: Brutalidad e impunidad: Más de 28 decapitados en Petén

El fin de semana pasado fue el más sangriento de 2011. Los ciudadanos de El Petén, el departamento del norte de Guatemala que tiene frontera con Honduras, Belice, Nicaragua y México, están en medio de uno de los peores encuentros armados entre el Ejército y uno de los más peligrosos cárteles de la droga: los Zetas. El conflicto está fuera de las manos de las autoridades. No solamente 28 campesinos han muerto de manera brutal, sino que también un colegio, una estación de policía y otros lugares públicos han sido atacados con bombas.

“La peor masacre en tiempos modernos”

Erwin C. en The Latin Americanist [ing] informa:

Guatemalan flag. Image by Flickr user olaf141 (CC BY-NC-ND 2.0).

Bandera de Guatemala. Imagen del usuario de Flickr olaf141 (CC BY-NC-ND 2.0).

En un incidente descrito por un portavoz de la policía guatemalteca como “la peor masacre [ing] que hemos visto en los tiempos modernos», han matado a por lo menos veintisiete personas el sábado en un rancho en la parte norte del país. Los médicos forenses identificaron a quince de las víctimas y entre los muertos estaban tres menores [ing] y dos mujeres. Todos los muertos en el atroz incidente fueron amarrados con sogas antes de ser decapitados por los asesinos a sangre fría.

Hay poco contenido publicado en blogs, pero los testigos, personas que viven en Petén y periodistas que fueron para allá para cubrir la noticia, compartieron información sobre la situación:

@Tekandi también enlaza a fotos (advertencia: contenido fuerte) que muestran la brutalidad de los crímenes perpetrados. @AnaLu185 también enlaza una imagen.

Mauricio Vinicio Matta (@maurinho6), que vive en Petén, comparte con periodistas de radio el hecho que hay mucha actividad: se puede escuchar helicópteros, patrullas y la gente está asustada. Afirma que es la primera vez que algo así pasa en Petén, que las calles están desiertas y que se pueden escuchar tiros desde diferentes puntos del centro de la ciudad.

Campesinos jóvenes y pobres

Las víctimas eran humildes campesinos, muy jóvenes y pobres, que vivían como trabajadores migrantes luego de dejar sus hogares en Izabal, un departamento vecino. Según un tuiteo del Ministerio del Interior (@mingobguate), las víctimas no estaban involucradas con el narcotráfico.

The Black Box, un blog económico y político de Centroamérica, describe el complejo conflicto armado que existe en la zona y aporta contexto para entender mejor la región y la violencia que tiene lugar ahí:

El Departamento del Petén es el más extenso de la República de Guatemala, con casi 36 mil kilómetros cuadrados –su territorio es mayor que El Salvador y Belice, y solamente las Regiones Autónomas del Atlántico nicaragüense rivalizan en extensión como unidades sub-nacionales. Su población apenas supera los 600 mil habitantes, por lo que es la 9ª región menos densamente poblada de toda Centroamérica, incluyéndose los distritos de Belice, pues apenas llega a los 17 habitantes por kilómetro cuadrado. [1]

Con relación al resto de los departamentos guatemaltecos, la violencia homicida en Petén en el 2010 le situó en el puesto 7º de 22 (el más violento fue el departamento de Guatemala con 78 por 100 mil).

Esto ocurre una semana después que el ex presidente Alfonso Portillo fuera hallado «inocente» de corrupción por una Corte Penal, lo que dejó sin habla a muchos miembros de la Comisión Internacional de la Sociedad Civil en contra de la Impunidad – CICIG. El ex candidato presidencial Giammattei también fue absuelto de acusaciones de ejecución extrajudicial. Mike comenta [ing] sobre el veredicto en Central American Politics:

CICIG y el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) expresaron su insatisfacción [ing] con la resolución de la corte y el despacho del fiscal va a apelar del caso. «La resolución del lunes «refleja el verdadero estado de la justicia en Guatemala», dijo la Comisión Internacional en contra de la Impunidad en Guatemala (CICIG), una oficina creada por Naciones Unidas para limpiar el sistema legal del país».

Mike también agregó que se suponía que los casos de Alfonso Portillo y Alejandro Giammattei pondrían final a la impunidad en Guatemala. Las condenas hubieran enviado a un ex presidente y a un ex candidato presidencial a prisión por acusaciones de corrupción y asesinato.

En este contexto, la guerra contra las drogas está dejando un legado de sangre y es claro que Guatemala no está ganando esa guerra. Como dijo LuisFi:

Es un mito ese de que la guerra perdida contra las drogas acaba con la delincuencia y la violencia relacionadas con el narcotráfico.  Lo cierto, sin embargo, es que la guerra contra las drogas genera violencia y que los muertos, en esta guerra ajena, los ponemos nosotros.  Lo cierto es que Guatemala no tiene recursos para combatir la criminalidad, y que muchos de aquellos recursos escasos se van por el caño en esta guerra perdida.  Pero eso no es lo peor.  Lo peor es que como en toda guerra, las peores pérdidas se cuentan en términos de cádaveres.  Y en este caso, en términos de cadáveres decapitados.

Por las experiencias de Colombia y México -y por la de Petén- ya tenemos una idea de qué es lo que nos espera en esta guerra.  Y seguramente es tiempo de repensarla.

La impunidad endémica y un estado débil han abierto las puertas a los traficantes de droga y otros delincuentes. En el fuego cruzado hay una sociedad civil aterrada y conmocionada que ha dejado de buscar soluciones y solamente está rezando para que no los maten y regresen a salvo a casa, un día a la vez.

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