Foto de Green Boy realizada por Patrick

Esta semana, dos vídeos desde Madagascar nos mostraron cómo los niños tratan de superar las situaciones adversas usando la ingenuidad, la creatividad y un poquito de audacia. El primero de ellos es Toky, que hace coches de hojalata con materiales rescatados de la basura, y el siguiente es Green Boy, un chico que se busca la vida en las calles como puede, pero no pidiendo limosna, sino demostrando sus habilidades acrobáticas.

Koloina, que escribe en Gasykool's Weblog, nos cuenta la historia de Toky:

Toky es un jovencito lleno de alegría al cual podríamos describir como un ser con una curiosidad insaciable. No le gusta que le tomen el pelo o que le tomen por tonto. No hará nada de lo que le pidas hasta que no lo vea claro como el agua. Fiel a su palabra hasta límites insospechados, espera lo mismo de los demás; de lo contrario, no volverás a verlo nunca más. Lo que más le gusta es crear juguetes desde la nada, especialmente coches. Además, le gusta pintar y montar en bicicleta. Como dije antes, Toky es un jovencito muy orgulloso, lo que le llevó a hacerse sus propios juguetes, ya que no quería pedirles a sus padres nada. Ha hecho un montón de esos juguetes, aunque lamentablemente, al gustarle tanto jugar con ellos, casi los tiene hechos trizas. También es de sobra conocido que le gusta compartir los juguetes que realiza, y muchos niños del vecindario juegan con las creaciones de Toky.

Koloina hizo un vídeo del proceso de creación artístico de los juguetes, reflejando como un niño de 11 años se sirve de latas, cartas, madera e incluso zapatillas viejas para realizar sus obras:

Es Patrick, quién bloguea en layshiyuu, el que nos cuenta como, en lugar de pedir limosna, este joven realiza una exhibición de su flexibilidad y fuerza, entreteniendo a la gente a cambio de dinero:

Green boy es aún muy joven para trabajar, sólo tiene 14 años. Pero sueña como todos los jóvenes, y su sueño es realizar un gran espectáculo algún día, en un teatro, aunque dice que no tiene muchas esperanzas porque es pobre y por ejemplo, no tiene ni siquiera la posibilidad de ir a la escuela.

Ambos, Koloina y Patrick forman parte del Club de Blogueros de Foko Madagascar, proyecto que ganó la micro-beca Rising Voices destinada a enseñar a los jóvenes cómo usar las nuevas formas de comunicación ciudadana como pueden ser los blogs, vídeos y otro tipo de imágenes, para así, mostrar al mundo que Madagascar es mucho más que lémures y selva. Puede ver otro beneficiario de dicho programa, Theo, el cual realizó una vídeo entrevista con un sacerdote sudafricano, quién, con un mensaje lleno de agradecimiento y de gratitud llegó al joven de una manera muy especial: